miércoles, 28 de noviembre de 2012

La vida no es como en los cuentos de hadas

Desde que somos pequeños hemos visto historias de hadas, de príncipes y de castillos en las cuales los conceptos de “amor verdadero” y de “felices para siempre” se muestran constantemente. Esta percepción de final feliz y de una vida sin problemas se queda en nuestra mente y hace que, inconscientemente, busquemos a la persona perfecta que nos haga sentir bien, nos complemente y nos haga felices. Pero si somos realistas, nos daremos cuenta que los cuentos de hadas no existen y lo que pasa en la vida real es totalmente diferente. En primer lugar no hay personas perfectas, el amor no es tan hermoso como lo pintan; obviamente cuando estás enamorado ves todo desde una perspectiva diferente, sin embargo también te hace sufrir, llorar y decepcionar. Comenzamos una búsqueda por conseguir el “amor verdadero”, la cual es larga y complicada y a veces conocemos a esa persona que aparentemente es la indicada, cuando en realidad es todo lo contrario. El amor es complicado porque las relaciones humanas de por sí son muy complejas, ya que dependen de la participación de dos personas. Las relaciones amorosas están marcadas por faces; la primera es la de amor eterno, en la que se muestran las mejores caras. Después sigue la fase de los problemas en la que recién comenzamos a conocer a la persona con la que estamos. Muchas parejas salen de esta fase y continúan juntas y bien, pero esas son excepciones. Después sigue la fase de la negación donde fingimos que las cosas están bien y esperamos que las personas cambien, cuando bien sabemos que eso no va a pasar. Obviamente no hay que generalizar pero, la gran mayoría de personas ha pasado por esta etapa en la que la razón queda opacada y nos volvemos ciegos, como en el libro “Ensayo sobre la ceguera”. Hay personas que se quedan estancadas meses o años y al final se acostumbran a tener una relación mediocre pensando que no encontraran algo mejor, cuando eso es mentira. También existen relaciones chéveres donde hay confianza, más que en la otra persona, en uno mismo. Estas relaciones no funcionan solas, sino perduran y crecen porque hay un apoyo y una construcción continua de ambos lados. Es como una planta, si la descuidas tarde o temprano morirá. Ahí está de por medio la decisión, y creo que ayudaría mucho si nos preguntamos si esa persona realmente es para nosotros y si esto es lo que queremos para nuestra existencia. La vida no es fácil como en un cuento, está llena de complicaciones y de tropiezos. Tarde o temprano todo se acaba y es nuestra elección decidir qué es lo que queremos hacer y con quién.

martes, 20 de noviembre de 2012

¿Existen los niños malos?

A lo largo de la historia se ha observado, a través de la pantalla del cine y de la literatura, la maldad en los niños. Esta imagen del niño malo, o del niño proclive a sentir ciertas cosas paranormales es muy común; y llega con más fuerza a las personas. Social y moralmente no concebimos a los niños como malos; por el contrario, tenemos el concepto de que son buenos, puros, y sin rencores, ya que aún no conocen todas las imposiciones o parámetros establecidos por la sociedad. Al romper con estos esquemas y mostrar imágenes fuertes sobre personas que supuestamente son de por sí buenos, se producen diversas sensaciones como el temor, discrepancia, incomprensión, entre otras. Por esto los niños juegan un papel importante al momento de darles un rol, ya sea en la realidad o en una película o novela. Todo niño puede ser considerado malo dependiendo de sus actitudes y del contexto en el que se encuentre. Generalmente las personas más crueles y sinceras son los niños porque; manipulan para conseguir lo que desean, discriminan a los otros niños y muchos, inclusive, tratan mal a las personas. Obviamente todo depende de la crianza y de las vivencias que tengan; ya que de su formación depende su carácter. Por lo tanto no son tan inocentes como se piensa. En la película de Diego Luna, Abel es un niño que al salir del hospital psiquiátrico adquiere un rol diferente al que tenía en su familia. Ya no es el típico niño, si no asume el papel de padre y jefe de hogar. Su familia acepta el rol que ha tomado, para ayudarlo en su salud mental. Esto lo podríamos comparar con los “niños malos” de las películas de suspenso, donde existe un cambio de rol y una transformación de sus actitudes. Al principio observamos un niño dulce, aparentemente normal, bueno; pero que con el transcurso de la trama, este se va convirtiendo en un ente malo con características y actitudes totalmente diversas a las establecidas. En “Abel” el niño igual sufre una transformación; adquiere el papel de padre de familia tanto con su madre como sus hermanos; olvidando su comportamiento de niño de 8 años. Aquí se da un juego de aceptación y de negación de la realidad. Lo mismo pasa en “El señor de las moscas” donde observamos la maldad de los niños, y de la transformación que pueden sufrir al encontrarse en otros escenarios. Ellos asumen el papel de personas grandes, de entes dominantes y dominados, incluso hay momentos donde se comportan como bestias, olvidando los parámetros sociales de bien y mal. Esta película es fuerte porque se muestra otra imagen de los niños, algo que creemos que únicamente está presente en los hombres y mujeres mayores. En el cine vemos niños malos, que son capaces de matar, manipular y de conseguir lo que se proponen; sin embrago, esa realidad no está muy apartada de lo que realmente pasa, ya que un niño criado en diversas situaciones, puede adquirir las mismas actitudes. Igual todo depende del concepto de malo o bueno que tengamos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Calaveras

Por sus cachetes inflados del poder lo desecharon huyó por todos lados y al cementerio lo mandaron. Dijo que era injuasticia inculparle con malicia. Mientras luchaba por volver ni su hermano llegó al poder. Está de nuevo en la guerra prometiendo cosas buenas, como pan salud y tierra y patriotismo en las venas. Asegura que con él mejor estábamos todos que la muerte le fue infiel porque ahora ya es de todos.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Halloween vs. Día del Escudo de Armas

En gran parte del mundo se festeja Halloween o día de las brujas el 31 de octubre. Esto sucede de igual manera en el Ecuador, a pesar de que no tenemos nada que ver con esta costumbre anglosajona. No esta mal celebrar esta fecha, pero, lamentablemente, muchos ecuatorianos, por darle demasiada importancia, olvidamos que ese es el día del Escudo de Armas. Es común que demos mayor valor a las cosas extranjeras que a las propias, ya que las vemos como mejores. Todo viene a raíz de la conquista, la cual sembró en el imaginario de las personas un complejo de inferioridad, que hace que desvaloricemos nuestra cultura y prefiramos lo de otros países. Esta es una de las razones por las que olvidamos el día del Escudo, sin embargo; también influye la falta de información que se da en las instituciones educativas, medios de comunicación y gobierno por los días cívicos. Varios ecuatorianos festejan Halloween sin saber que es una fiesta de origen celta que se celebra principalmente en los Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Inglaterra y en países no anglosajones como México y Colombia. El Gobierno es el que debe de encargarse de promover la historia, la cultura y los símbolos patrios del país; a través de la educación, publicidad, homenajes, entre un sinnúmero de actividades. El problema está dentro de las instituciones educativas, las cuales promueven y dan mayor importancia al día de las brujas. Si buscamos un cambio debe ser a nivel general y sería mejor si comenzamos desde los más pequeños; para que así vayan adquiriendo amor, conocimiento y respeto hacia nuestra historia y festividades. Se debe dar mayor jerarquía a las fiestas nacionales promoviendo actividades nuevas que llamen la atención y participación de los ecuatorianos. Está en todos cambiar la situación del país, lograr que la cultura sobresalga y sea valorada por todos.

Lo nacional opacado por lo anglosajón para el diario el Telégrafo

Los ecuatorianos deben conocer su historia, la cual tiene que ser transmitida en escuelas, colegios, universidades, trabajos, en los medios de comunicación y por los padres de familia; para así lograr fortalecer la identidad nacional. Muchas instituciones ya están trabajando para esto, como por ejemplo la fundación Símbolos Patrios, que establece brigadas en las escuelas del país para conmemorar las fechas y celebraciones cívicas. De esta manera busca atenuar la influencia provocada por el día de las brujas. Sin embargo, es responsabilidad de todos informarnos sobre los distintivos emblemas del Ecuador, su significación y darlos el valor y atención que se merecen. En la actualidad muchos ecuatorianos desconocen que el 31 de octubre es un día cívico, dedicado al Escudo Nacional de Armas. En cambio, como parte de la globalización cultural, la gran mayoría de personas conocen que el 31 de octubre es Halloween o día de las brujas. Por esto dan más importancia y festejan esta fiesta anglosajona; la cual es producto del marketing y del consumismo; y es promovida en las instituciones educativas, restaurantes, medios de comunicación, y familias del país. Existen varias costumbres extranjeras que las hemos aceptado, y que tendemos a reconocerlas como nuestras; otorgándolas mayor validez que nuestras propias tradiciones. Este es el caso de Halloween. Muchos ecuatorianos no saben el origen de esta festividad, sin embrago, la celebran y forman parte de ella; mientras que el día del Escudo Nacional queda rezagado y no se le rinde la conmemoración que debería. El 31 de octubre las ciudades del Ecuador se visten de tonos negros y naranjas; los lugares públicos se arreglan y las personas utilizan ciertos disfraces para conmemorar el día de las brujas. Esta celebración se hace pública con anticipación; mientras que lo que debería darse a conocer y festejar es el día del Escudo Nacional. En la enciclopedia wikipedia se afirma que Eel Escudo de Armas del Ecuador fue adoptado oficialmente por el Congreso el 31 de octubre de 1900. El diseño artístico del Escudo actual pertenece al maestro Pedro Pablo Traversari, y en 1916 fue aprobado por el Ministerio de Instrucción Pública. En la parte superior del interior aparece representado el sol y a los lados se encuentran los signos de Aries, Tauro, Géminis y Cáncer. Estos signos corresponden a los meses de marzo, abril, mayo y junio, que representan el tiempo que duró la lucha entre los revolucionarios del Gobierno Provisorio instalado en Guayaquil y del Gobierno del general Juan José Flores. En la parte inferior se encuentra el Chimborazo; de las nieves de la montaña nace el río Guayas, el cual simboliza la hermandad de todos los ecuatorianos. También hay un barco navegando por el río que representa el comercio del país. Debe existir una mejor comunicación sobre la historia del Ecuador, de sus fechas cívicas y de sus símbolos patrios; para que la gente se apropie de lo nuestro, conozca la razón de cada festividad, valore nuestra cultura, celebre las fiestas nacionales y deje de tomar como propias las festividades de otros lugares. Si damos mayor jerarquía a nuestra cultura e historia nos sentiremos más orgullosos e identificados con el país en que vivimos; eso no quiere decir que vayamos a desvalorar a las otras culturas, si no que no les otorgaremos la importancia necesaria, manteniendo siempre nuestras prioridades.